jueves, 22 de marzo de 2012

Fragmentos (II)

Su manera de mirar las cosas era diferente a la de los demás. No le importaba quedarse quieto intentando buscar las gotas de agua que caían de las cornisas después de una noche de tormenta, para seguirlas mientras caen al suelo y hacen saltar el agua de los charcos. Sus padres y profesores pensaban que tenía un cierto retraso; podemos decirlo así, si hablamos de no tener la prisa obligatoria de la vida moderna. Cuando miraba una margarita sus ojos no se fijaban de los pétalos, ni jugaba al "me quiere, no me quiere", sino que intentaba ver el polen, intentaba leer cómo funcionaban las margaritas.

jueves, 15 de marzo de 2012

Film Symphony Orchestra

¡Pero qué emocionada vengo! He ido el concierto de la Film Symphony Orchestra, una orquesta que homenajea al premiadísimo compositor John Williams, y ha sido de lo más espectacular que he visto nunca. Hemos ido mi padre (un cinéfilo) y yo (una melómana con especial debilidad por las bandas sonoras; vaya par).

Pinchando aquí podéis ver toda la información del programa, en Madrid han tocado el programa 2, porque dependiendo de la ciudad tocan uno u otro, van alternando. Pero no sólo eso, es que estaba todo el mundo tan eufórico, gritando bravos y ovacionando que el director no nos ha dado un bis, ni dos... ¡si no tres bises! Además, geniales. El primero ha sido el tema principal de Jurassic Park. Después, el director nos ha vacilado diciendo que iba a tocar una canción de Memorias de África, cuando la orquesta se pone a tocar... ¡la Marcha Imperial! Ahí si que nos hemos venido todos arriba, incluso aplaudiendo cuando comenzaban la canción. Y el último bis ha sido el tema principal de Indiana Jones, que también tiene tela.

Lo mejor es que hace poco, después de escuchar la banda sonora del juego Uncharted 3, dije que me encantaría ir a un concierto de bandas sonoras de películas y videojuegos. A los dos o tres días aparece en las noticias que esta orquesta está de gira por toda España. Parece que alguien me escucha (aunque sea sólo de películas).

Juro que con algunas obras se me ponían los pelos de gallina, con otras me emocionaba como un niño pequeño (ni os cuento con la de Harry Potter, que se me humedecían los ojos) y con otras me venía totalmente arriba (sobre todo las de Superman, Tiburón y la Marcha Imperial). Para muestra un botón. Os dejo un vídeo de la actuación de Sant Cugat el día 10, donde tocaron el programa 1, por lo que la canción de Harry Potter que he oído yo era otra, pero no importa, sigue siendo genial.


Si alguien tiene la oportunidad de ir a verlos, lo recomiendo fervientemente; es más, os conmino a ir, creo que es un must de la temporada (como dirían en blogs de moda).

Actualizo a 15/3: Ha subido la orquesta a su canal de YouTube un vídeo de ayer, el bis de la Marcha Imperial. Lo dejo para el que quiera verlo (podéis empezar a ver el vídeo en el minuto 2:00, antes sólo hay aplausos).


domingo, 11 de marzo de 2012

Pasión

Se miraron y algo en sus ojos les dijo que jamás podrían separarse. Un gran flujo eléctrico recorrió sus cuerpos al instante y se abalanzaron el uno sobre el otro. Todo pasó en menos tiempo del que tarda el agua brava en sortear una roca. El contacto de sus pieles les causó la quemadura de un rayo, pero ningún rechazo se produjo en sus corazones. Con avidez, sus manos empezaron a despojar los cuerpos de la tela que los cubría. Sus labios se unieron con la fuerza de dos imanes, y sus lenguas recorrieron sus bocas, necesitadas de dulce saliva. Él besó el cuello de ella, y ella agarró la espalda de él con nervio. El beso se convirtió en bocado, y el abrazo en rasgadura. Pronto la sangré empezó a correr, caliente y pegajosa. Su calor y su sabor metálico avivaron sus ansias. No pudieron contener la fuerza, y sentían el aullante dolor, pero no les importaba. A cada segundo estaban más unidos, más dentro del otro. Se desgarraban la carne con anhelo de tenerse. Se les nublaba la vista, pero el ímpetu no disminuía. Cayeron al suelo sin separarse ni un centímetro, encima de un gran charco rojo escarlata. Sus labios se volvieron a unir, en un último intento de poseerse y cerraron los ojos al unísono. Ya se pertenecían. Sus cuerpos desgarrados yacieron con el más grande de los amores.


sábado, 10 de marzo de 2012

Fragmentos (I)

Estaba delante del espejo mirando fijamente sus ojos, sin reparar en nada más. Buscaba un nuevo brillo, una señal de cambio. Se acercaba y se alejaba despacio para ver su tamaño. Intentaba aprender las grutas de sus iris tallados en color miel como si fueran un mapa hacia su destino. Apretaba los párpados con fuerza y los abría de forma violenta para ver cómo sus pupilas se hacían más grandes y más pequeñas para regular la luz. Pero no había luz en su mirada.


Amélie

Acabo de volver a ver, después de mucho tiempo desde que la vi por primera vez, Amélie. Quería hacerlo porque estuve estudiando con el piano Comptine d'un autre été, pero no recordaba la película, aunque conozco su banda sonora bien. No tengo vicios, ni fumo ni bebo; pero escucho a Yann Tiersen continuamente. Siempre recaigo, es inevitable.


El caso es que por fin la he visto, y lo que creo que mejor puede expresar lo que me hace sentir es decir que me ha dejado flotando. Es ligera, liviana, límpida. Amélie hace cosas extrañas, pero no nos asombramos al verla más que en el buen sentido. Me admira esa forma de vivir, tan imaginativa y diferente a la del resto, que muchas veces hacemos justo lo mismo que la persona que tengamos al lado, sobre todo en esta sociedad tan controlada (aunque ahora no me voy a meter en eso, que no quiero arruinar mi buen humor hablando de política).

Pero también nos muestra el lado amargo de los sueños. Muchas veces nosotros mismos nos saboteamos y no dejamos que lo que queremos entre en nuestras vidas, diciéndonos que no lo merecemos, o que no merece la pena el esfuerzo. El problema es que desde nuestros ojos es muy difícil saber si nos estamos reteniendo o no. Como dice el refrán "ve la paja en el ojo ajeno pero no la viga en el propio". No sabemos distanciarnos de nuestras vivencias; si pudiésemos hacerlo viviríamos mucho más tranquilos, y no sólo con este ejemplo.

Por suerte, tiene final feliz. Esta escena me ha hecho contener el aliento, y creo que es una de las más tiernas que he visto jamás.


¡Ah! Y un personaje que merece una mención especial: Lucien. Es la perfecta encarnación de la delicadeza, de la tranquilidad y de la alegría, porque por mucho que el verdulero no haga más que criticarle el sigue atendiendo a la gente de manera amable y con su tierna sonrisa. Es un personaje secundario, pero creo que él sólo expresa mucho del sentido de la película. 


"El chico no es un genio, pero a Amélie le cae bien. Le gusta su manera delicada de coger las endivias, como si fueran objetos preciosos que hay que manipular con respeto. Es su forma de expresar su amor por un trabajo bien hecho."

Y a todo esto sólo me queda añadir "Collignon cebollón". Buenas noches a todos.

viernes, 9 de marzo de 2012

Alicia

Ayer me recordó Almudena, entre obra y obra de piano, el libro de Alicia en el país de las maravillas y estuvimos hablando un rato de él. Además hoy estaba rebuscando en un cuaderno donde apunto fragmentos de libros que he leído porque el club de lectura de la universidad está haciendo un evento de aniversario y querían que los participantes pusiésemos citas de libros que hayamos leído, y me he encontrado con algunos que apunté del cuento de Lewis Carroll. Os dejo tres que me encantan.

"Alicia no había olvidado que si se bebe mucho de una botella en la que pone <<veneno>>, es casi seguro que, tarde o temprano, hace daño."

"Nunca te imagines que eres de otra manera distinta de como a los demás les pareces, que lo que pudieras haber sido no es más distinto de lo que tú habrías sido si a los demás les hubieras parecido distinta."

"-Empieza por el principio,- dijo gravemente el Rey -y sigue hasta el final; entonces paras."

La simplicidad de su escritura, su humor ligero y la profundidad de su contenido me impactaron. Es como un cuento para niños, pero mientras te lo cuenta deja traslucir otros pensamientos más complicados. Me gusta la literatura así, de apariencia sencilla, sin palabras grandilocuentes, pero con mucho seso.



Después empezamos a divagar sobre la teoría de los múltiples universos, sobre si todo lo que imaginamos existe en un universo paralelo y sobre si sería posible crear situaciones adrede (ahí estábamos ya jugando con maldad, para qué negarlo, pensando en invasiones alienígenas y así). Me encanta la literatura que despierta la imaginación.

jueves, 8 de marzo de 2012

Nueva vida para el cuaderno rojo

Después de muchos años (alrededor de 2005 fue lo último que escribí en él) mi fatigado cuaderno rojo vuelve a la vida. Esta vez en formato digital. 

Aquí estoy, con un sandwich, un colacao y un nolotil al lado, porque he llegado un poco tarde, y con un buen dolor de cabeza, a casa pero no podía ni esperar a cenar algo para ponerme a hacer esta entrada. Es curioso, porque la idea de hacer un blog ha estado mucho tiempo rondando mi mente, tanto por iniciativa propia como por sugerencia de amigos, pero no me decidía a hacerlo. Pensé "¿qué tengo yo que contar que pueda interesarles a los demás?", y nunca me daba una respuesta que me convenciese a crearlo. Pero desde hace un par de días están sucediendo cosas que me empujan a hacerlo. Primero, un amigo me mandó un mensaje para decirme que hay un taller de escritura creativa y que si me quiero apuntar, que tiene muy buena pinta. Después, me entero de que me han dado el tercer premio en un concurso de microrrelatos de mi universidad (podéis leer tanto el fallo del jurado como el microrrelato aquí). Más tarde me encuentro con un anuncio donde también se ofrecía un taller de escritura online gratuito. Y, por último, esta tarde, he recibido un comentario de mi profesor de literatura del instituto sobre el microrrelato que me ha recordado a cuando escribía en el cuaderno rojo. Todo se ha juntado y me ha traído hasta aquí.

No sé que escribiré. No sé si inventaré historias, relatos cortos, paranoias, reseñas de libros, vivencias personales... no lo sé, pero no importa. Lo que importa es escribir. Ya no me importa si hay algo interesante que contar a los demás o no. Ahora voy a escribir por mí, porque si algún día quiero escribir novelas tengo que hacerlo. Aún así sé que un par de lectores tendré, y eso es más que suficiente.

Ya no quiero ser más una simple receptora de la literatura. Quiero crear. Quiero hacer mis historias, mis mundos paralelos, expresar mis opiniones. Quiero formar parte de los libros, no en el sentido de que pongan mi nombre en una enciclopedia, sino de hacerlos vivir. Y, ahora, no puedo dejar de poner este corto, The fantastic flying books of mr. Morris Lessmore, ganador de un Oscar, que ha expresado como jamás nadie podría el amor que siento por la literatura. Son 15 minutos, que sé que en esta vida llena de prisas parecen mucho, pero es increíble y merece muchísimo la pena.


Y ya que es la primera entrada, que menos que contar un poco sobre mí, para que mis posibles lectores sepan de qué manos salen estas letras. Mi nombre es Ana, estudio el Grado en Información y Documentación, hasta hace poco trabajaba en una de las bibliotecas de la universidad, y en mi tiempo libre estudio piano y me gusta hacer todo tipo de cosas creativas. Amo la música, así que probablemente acompañe mis entradas de algunas canciones que acompañen al texto o que se me hayan metido en la cabeza. De momento eso es todo, tampoco hay que desvelar todo el misterio en la primera cita.