Hace un par de años me apunté a una especie de cadena de
favores y fuiste una de las personas que quería recibir un favor. Las
condiciones eran que no sabías cuándo ni cómo, yo tenía que hacer algo por ti,
una sorpresa de algún modo (un detallito, una visita, una carta…). Dado que
estás a miles de kilómetros de aquí, esta carta es mi regalo para ti.
Han pasado muchos años desde la última vez que te vi, y he pasado
por muchas experiencias en la vida desde entonces, pero quería darte las gracias,
porque creo que gracias a que la relación que tuvimos fue sana, no he tenido
problemas para relacionarme con otras personas que vinieron después de ti.
Esto puede parecer una tontería, pero, desde que estoy
metida en el movimiento feminista, me estoy dando cuenta de todo lo que
condiciona nuestras vidas y nuestras relaciones. Está claro que una relación adolescente
tiene muchos fallos y que según vamos creciendo vemos las cosas con más claridad,
pero, dentro de lo que cabe, nuestra relación fue buena. Aún con los impedimentos
que tuvimos que sufrir, conseguimos llevar una relación de un año y pico (si me
hubieras preguntado por aquel entonces sabría decirte hasta los días, pero 14
años después no me acuerdo de tanto) de una manera respetuosa y con cariño.
Junto a ti, viví hitos muy importantes en la vida amorosa de una persona (el primer
amor, el primer beso, la primera vez…), y, después de todo este tiempo, si me
dijeran que describiera esos momentos con una palabra diría “dulce”, porque las
cartas, las llamadas, el tiempo que pasamos juntos… todo lo que vivimos lo
recuerdo así. Está claro que el tiempo suaviza los recuerdos, pero sé que no
tuvimos grandes discusiones, sé que no hubo comportamientos tóxicos, y sé que
todo lo que hicimos fue consensuado y sin que nadie forzara a nadie a nada.
Incluso la ruptura fue pacífica, porque sabíamos que no podíamos soportar más
esa situación, esos kilómetros.
Después de ti, han pasado otros hombres por mi vida, pero de
las otras relaciones aprendí más cosas que no quería para mí de las que sí
quería. Restaron. Con la relación que tuvimos aprendí cosas que sí quería en mi
vida. Sumaste. Ahora tengo la suerte de estar en una relación que suma, y todas
las experiencias que viví me han hecho ser una persona que también suma para la
otra parte (o eso creo). Supongo que todas las personas pasan por relaciones
que suman y que restan, pero yo tuve la suerte de que mi primera relación fuese
positiva. Una primera relación configura mucho la vida amorosa de una persona,
y en eso es en lo que tengo que darte las gracias. Porque me trataste bien. Sí,
aunque suene a tontería de nuevo, aunque parezca de sentido común que tenemos
que tratar bien a los otros seres vivos que nos rodean, no todo el mundo hace
eso. En otras relaciones me he sentido minusvalorada, engañada, frustrada…
Cuando se suponía que para mis parejas en ese momento yo era una de las
personas más importantes de su vida y, por lo tanto, era de esperar, era de
sentido común, que me trataran bien y no siempre fue así. Tampoco estoy
diciendo que todo sea blanco o negro, bueno o malo. Está claro que si estuve
con esas personas era porque me aportaban algo en ese momento, pero el conjunto
fue negativo. Y nuestra relación, en cambio, fue buena.
Aunque sé que estás lejísimos y que apenas hemos hablado en estos 14 años desde que nuestra relación se acabó, sé que eres una persona con la que puedo hablar sin problema si nos apetece, y sé que si un día nuestros caminos se cruzan en ese raro trayecto Bilbao-China-Madrid, podremos sentarnos juntos a tomar un café, ponernos al día y contarnos nuestras aventuras.
Además, mis padres me enseñaron que es de bien nacidos ser agradecidos. Así pues...
Muchas gracias, Íñigo.
Con cariño,
Ana
P.d.: Aún tengo guardadas todas tus cartas, atadas con un lazo rojo, como buena romántica que soy, ja, ja, ja.
Qué bonito y qué catártico es poder mirar a alguien con quien hemos compartido una parte de nuestra vida y poder agradecer como lo has hecho tú :)
ResponderEliminar- De tu Queridou.
Muchas gracias, mi queridou, por pasarte por aquí y apreciarlo. Sé que mucha gente pensará que esto es innecesario, pero a mí me ha sentado de maravilla y sé que la carta ha sido bien recibida. A todos nos iría mucho mejor si dejáramos de fijarnos en lo que hacen los demás y empezáramos a mirar más nuestro interior.
EliminarA ti también te podría escribir una cartita, porque fuiste muy importante para mí en un momento de mi vida en que lo estaba pasando mal. Te quiero mucho y espero volver a verte más pronto que tarde!
Un besote muy grande!
Ana que bonita tu carta para Iñigo, me ha parecido preciosa, ya me quedo mas tranquila. Nunca he sabido si hice bien en dejarte ir, ahora se que si. Que bien escribe mi niña!!! estoy muy orgullosa dé ti. Un besote y sigue asi.
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