sábado, 10 de marzo de 2012

Amélie

Acabo de volver a ver, después de mucho tiempo desde que la vi por primera vez, Amélie. Quería hacerlo porque estuve estudiando con el piano Comptine d'un autre été, pero no recordaba la película, aunque conozco su banda sonora bien. No tengo vicios, ni fumo ni bebo; pero escucho a Yann Tiersen continuamente. Siempre recaigo, es inevitable.


El caso es que por fin la he visto, y lo que creo que mejor puede expresar lo que me hace sentir es decir que me ha dejado flotando. Es ligera, liviana, límpida. Amélie hace cosas extrañas, pero no nos asombramos al verla más que en el buen sentido. Me admira esa forma de vivir, tan imaginativa y diferente a la del resto, que muchas veces hacemos justo lo mismo que la persona que tengamos al lado, sobre todo en esta sociedad tan controlada (aunque ahora no me voy a meter en eso, que no quiero arruinar mi buen humor hablando de política).

Pero también nos muestra el lado amargo de los sueños. Muchas veces nosotros mismos nos saboteamos y no dejamos que lo que queremos entre en nuestras vidas, diciéndonos que no lo merecemos, o que no merece la pena el esfuerzo. El problema es que desde nuestros ojos es muy difícil saber si nos estamos reteniendo o no. Como dice el refrán "ve la paja en el ojo ajeno pero no la viga en el propio". No sabemos distanciarnos de nuestras vivencias; si pudiésemos hacerlo viviríamos mucho más tranquilos, y no sólo con este ejemplo.

Por suerte, tiene final feliz. Esta escena me ha hecho contener el aliento, y creo que es una de las más tiernas que he visto jamás.


¡Ah! Y un personaje que merece una mención especial: Lucien. Es la perfecta encarnación de la delicadeza, de la tranquilidad y de la alegría, porque por mucho que el verdulero no haga más que criticarle el sigue atendiendo a la gente de manera amable y con su tierna sonrisa. Es un personaje secundario, pero creo que él sólo expresa mucho del sentido de la película. 


"El chico no es un genio, pero a Amélie le cae bien. Le gusta su manera delicada de coger las endivias, como si fueran objetos preciosos que hay que manipular con respeto. Es su forma de expresar su amor por un trabajo bien hecho."

Y a todo esto sólo me queda añadir "Collignon cebollón". Buenas noches a todos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario